jueves, 3 de diciembre de 2009

CAPITULO VIII PREVENCIÒN


La prevención de las enfermedades cardiovasculares continúa siendo uno de los aspectos fundamentales, si no es que de los más importantes dentro de las ciencias de la salud, ya que prevenir la aparición de las enfermedades es uno de sus objetivos.

La prevención se divide en dos:

Prevención primaria: Dirigida a las personas sanas y sin antecedentes de problemas cardiovasculares y comprende el conjunto de medidas tomadas para proteger de los efectos de patologías que pongan en riesgo la vida. Además en la prevención primaria se debe de detectar los factores de riesgo y evaluación de riesgo cardiovascular.

Prevención secundaria: Es el conjunto de medidas y tratamientos para evitar que el paciente sufra de otro episodio o progresión de la enfermedad, dentro de la prevención secundaria se recomiendan dar consultas, información, programas de ejercicio supervisados, entre otras actividades.

Intervención sobre los factores de riesgo coronario
La valoración correcta del riesgo, sigue siendo un pilar fundamental y nos permite aplicar las medidas preventivas a la población, pero se continúan buscando mejores formas de prevención.
El tabaquismo, la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia constituyen importantes precursores de la aterosclerosis, se encuentran con frecuencia en la población y son los factores más susceptibles de modificación.

Se estima que 30% de las muertes cardiovasculares son debidas a esta adicción. El abandono del hábito de fumar es efectivo para la prevención de enfermedad coronaria entre otras.
El 20 de marzo de 2007, la American Heart Association (AHA) publicó la actualización de los lineamientos para la prevención de la enfermedad cardiovascular, que abordan los temas de modificación de estilo de vida, intervención en los factores de riesgo, farmacoterapia preventiva.
Modificación del estilo de vida

En junio del 2007 la AHA publicó recomendaciones dietéticas y de estilo de vida encaminadas a la prevención de la Enfermedad Cardiovascular (ECV). Las siguientes modificaciones del estilo de vida se recomiendan:
 Dejar de fumar: el tabaquismo aumenta el riesgo de cardiopatías, ya que impide la vasodilatación, aumenta los marcadores inflamatorios y empeora los perfiles de lípidos.
 Realizar actividad física: mejora la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad, aumenta el colesterol, mejora el aporte y la captación de oxigeno del corazón.
 Dieta: se recomienda comer frutas y verduras en abundancia.
 Obesidad e inactividad física: se conocen como factores de riesgo separados, si tienen un índice de masa corporal saludable pero son inactivas tienen una probabilidad de desarrollar cardiopatías.
 Rehabilitación: después de un infarto agudo al miocardio o ataque vascular cerebral, se recomienda la rehabilitación con un programa formal.

Prevención farmacológica
El uso de aspirina continua recomendándose, la dosis más alta es de 325 mg/ dl. se recomienda a personas que no pueden tomar aspirina la Clopidogrel, ya que con el uso de estos medicamentos reduce el riesgo de un CC.

Existen una serie de medidas generales en las cuales toma parte el fisioterapeuta en mayor o menor medida. Estas deben de tomarse en cuenta antes y durante se padece la enfermedad. El paciente debe de ser consciente de su enfermedad e introducir los cambios necesarios en sus hábitos de vida. Es muy importante suministrar una información detallada de la enfermedad adecuada al nivel de comprensión del paciente. Deben evaluarse los factores de riesgo, introduciendo los cambios oportunos en aquellos que son modificables. La rehabilitación cardíaca sistematiza todos los aspectos de evaluación y terapéutica tras un evento coronario y se dirige fundamentalmente a los aspectos no farmacológicos del tratamiento de la cardiopatía isquémica
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